Imagina ser ministra

Si para triunfar en Imagina ser mileurista hacía falta tener carrera universitaria un par de Masters y hablar 3 idiomas, en este juego nada de eso es necesario, ni siquiera tener ligera idea de las áreas de las que es responsable tu ministerio. Con saber chuparla bien y tener buenos amigos en las altas esferas de tu partido te vale. Tócate el chocho todo el día, se una chapuzas y una inepta. Lleva ciudades al caos y demuestra chulería mientras reprueban. Serás capaz de todo con tal de mantener tu culo en la poltrona.

Ideal como alternativa para la gente que está harta de que los rechacen en los castings de Gran Hermano y Reality Shows similares. Lo mejor de todo es que con un poco de suerte, tu partido vuelve a ganar las elecciones y tienes 4 años más de chollo.

Otro clásico: Donkey Kong

Crazy Games: Imagina ser Risto

Imagina actuar como este personaje que en verdad no es ningún personaje. Risto no actúa, es tal cual es, y tal como era hace 12 años cuando lo conocí cuando estudiábamos en ESADE. Seguro que si algún día descubre quien se esconde tras estas líneas dirá que soy un payaso. Y es verdad, lo reconozco, soy un payaso. Lo que no entiendo es como siendo un payaso y habiendo estudiando en ESADE, estoy escribiendo esta mierda de Blog en vez de dirigiendo una cadena de televisión.

Crea tus propias camisetas, recicla la basura que no quieren reciclar las otras cadenas y critícalas por ello. Crea tu propio manifiesto, reniega de los uniformes y crea el tuyo propio volviendo a poner de moda los 70. Pide hora para el traumatólogo, porque 32 años sentándote así, deben producirte una escoliosis de aupa. Decide si puedes pasar otro día más sin afeitarte. Y todo ello sin dejar de ser tú mismo.

Logistica de contenedores

En la selva

Tres hombres, un catalán, un vasco y un madrileño, se perdieron en la selva y fueron capturados por unos caníbales.
El rey de los caníbales le dijo a los prisioneros que podían salvar sus vidas si lograban pasar una prueba que contenía dos partes: La primera parte de la prueba, era volver a la selva y conseguir diez unidades de una misma fruta. Entonces cada uno de los tres hombres tomó su camino a la selva para encontrar las frutas. El Vasco regresó y le dijo al rey:
"Me llamo Patxi, yo traje 10 manzanas."
El rey le explicó la segunda parte de la prueba:
"Ahora tienes que meterte por el recto cada una de las frutas. ¡Sin poner ninguna expresión en la cara, o te comemos!"
La primera manzana entró, pero con la segunda, el vasco se retorció de dolor, por lo que inmediatamente lo mataron....
El catalán llegó y le mostró al rey diez cerezas. Cuando el rey le explicó la segunda parte de la prueba, el hombre pensó que sería tarea muy fácil, entonces empezó:1.. 2.. 3.. 4.. 5.. 6.. 7.. 8.. 9 y justo en la novena cereza, soltó una carcajada y lo mataron.
El vasco y el catalán se encontraron en el cielo, y el vasco le preguntó al otro:
"Oye Pere, ¿y usted porque soltó la carcajada, si ya casi lo había logrado?"
A lo que el catalán le contesta:
"No pude evitarlo, es que vi al tontolava del madrileño, ¡llegando con PIÑAS!"

Texas hold'em

EL PORDIOSERO

Un día un pordiosero se dirigió hacia la ventanilla de un lujoso automóvil que estaba detenido en un semáforo y ocupado por un elegante y próspero caballero y se entabla el siguiente diálogo:
- Señor, ¿podría prestarme diez euros para comer?
- Pero, ¿no te los irás a beber, verdad?
- No señor, nunca en mi vida he bebido alcohol.
- Entonces, ¿te lo vas a gastar en tabaco?
- No señor, no fumo, ni nunca lo he hecho.
- ¿Te los vas a gastar mejor jugando y apostando con los otros vagos?.
- De ninguna manera. Nunca juego ni apuesto nada.
- ¿Se los piensas dar a una prostituta, acaso?
- Jamás he tenido relaciones con ninguna mujer que no fuera mi novia, convertida luego en mi esposa hasta que me abandonó.
- Entonces toma, no diez, sino cien euros. Pero vente a comer a mi casa.
Quiero invitarte a una buena comida casera y así podrás ahorrarte los cien euros.
El pordiosero, sorprendido, sube al impresionante coche y ya en caminO pregunta:
- Oiga, señor, ¿no se enojará su esposa al ver llegar a alguien como yo y que se siente a la mesa a comer?
- Probablemente sí, - contesta el rico - pero valdrá la pena. Tengo interés en que vea en qué se convierte un hombre que no bebe, no fuma, no juega, no baila, ni sale con putas.

El juego de la semana: Space Invaders